Aunque habitualmente no leo en detalle el New York Times, cuando me erncontré con esta nota de uno de los norteamericanos más ricos proclamando que él y todo su grupo social ya habían sido beneficiados por los recortes de impuestos por demasiado tiempo, no pude menos que prestarle atención.

El artículo no se limitaba a mostrar lo escandaloso de las cifras (admitiendo que él pagaba proporcionalmente mucho menos impuestos que sus empleados). También se ocupaba de demostrar con tablas históricas la falacia de que, si se le aumentan los impuestos a los ricos, se perjudican las inversiones y la creación de puestos de trabajo.

Por contraste, este millonario y filántropo excéntrico dejaba al desnudo la ignominia rastrera de los políticos que estuvieron debatiendo cuánto iban a exprimir a su pueblo con los recortes presupuestarios y -de paso- a qué velocidad iban a arrastrar a su base económica al abismo de la recesión, que nosotros conocimos hace diez años. Pero ni demócratas ni Republicanos discutieron por otra cosa que los detalles de grado; ni una voz se atrevió a cuestionar el dogma de que, ante la crisis de la deuda pública, el Estado debía recortar sus gastos.

Y no se trata de la carencia de voces autorizadas (Krugman, Stiglitz) que invocar, ni de referencias históricas (Roosevelt, Argentina misma) de salidas de otras crisis estimulando el consumo (disminuyendo la pobreza) en lugar de lo que están haciendo. Es -por si hacía falta- la confirmación de que en el sistema político norteamericano lo que no está corrupto está muerto.

Para remachar el clavo, mientras los colegas súper-ricos de Buffet le respondían con un estruendoso silencio (no supe de ninguna respuesta polémica), sus equivalentes franceses tomaban la oportunidad de mostrarse patrióticos y solidarios con una declaración de su disposición a pagar una tasa impositiva especial para capear la crisis.

No se trata de hacer el panegírico de ninguna supuesta "conciencia social responsable" de unos u otros capitalistas, sino de ver que, aún dentro de una misma clase, puede haber más de una lógica en la defensa de sus intereses. Y que mientras una es capaz de generar una estrategia en la perspectiva de preservar al sistema, otra se aferra al dogma del máximo beneficio al más corto plazo. Aunque eso signifique despeñarse en el caos a paso firme.

Comments (5)

On 28/8/11, 3:29 , Bruno Bauer dijo...

El paso de la defensa de los intereses económico-corporativos a los intereses orgánicos.

La cosa se está poniendo fea.

 
On 28/8/11, 4:19 , Bob Row dijo...

Hay mucha hipocresía en el gesto de los millonarios franceses y posiblemente también en Buffet. Sólo estarían devolviendo una fracción marginal de lo acumulado en una década de excenciones impositivas. Pero en el contexto de la histeria anti-Estado generada por los fundamentalistas del Tea Party, lo de Buffet es una mosca blanca. Y los rastreros políticos del Congreso quedan al desnudo (algo así como lo que les pasó a los del Grupo a pro-Clarín entre nosotros). El problema es que los perjudicados en EEEUU parecen incapaces de salir a ejercer presión en las calles para equilibrar los tantos. Un abrazo.

 
On 28/8/11, 13:13 , Sujeto dijo...

Querido Bob:
Al menos Buffet demuestra algo así como instinto de supervivencia: a veces los poderosos hacen minúsculas concesiones para evitar males mayores, y, por supuesto, seguir lucrando al mismo tirmo no bien mejore el panorama.
De todos modos, demuestra un poco más de inteligencia (sino sensibilidad) que la mayoría de los políticos ajustadores...
Abrazo

 
On 30/8/11, 6:14 , Bob Row dijo...

Creo que ese instinto o esa sensibilidad tienen que ver con la famosa "ética protestante" de la que hablaba Weber y que ejemplifica tan bien las funciones inconscientes de la ideología en el sentido de Marx.
En este contexto me parece que se opone a otra "ética" capitalista hoy predominante en el Norte que es la de Ayn Rand (autora favorita de Macri y de los "neocons"). Si la primera se puede resumir en "producir, ahorrar y ganarse el cielo", la segunda sería "fusionar, gastar y dominar".
La idea es que el consumo de los ricos es lo que da trabajo (servicios) a los parásitos; ellos tienen derecho a ganar sin límites porque son los "creativos" que mantienen al mundo en marcha.
Toda una mística impiadosa y atea (paradójicamente aliada al fundamentalismo cristiano para gobernar). Un fuerte abrazo.

 
On 21/9/11, 10:33 , Anónimo dijo...

Por que no cuentas como la tienen apretada los amigos LADY CLINTON Y ZARCOZY a CRISTINA.
Ahora las deudas de los estados estàn en manos privadas no?
LOS FONDOS DEL BANCO CENTRAL VAN A PAGAR DEUDA DE BONOS PRIVADOS NO?
Eso nos interesa a nosotros ,lo de los millonarios yankees a ellos.
POR OTRO LADO NUESTROS IMPUESTOS RESPETAN BIEN A LOS RICOS.No tenemos poqué preocuparnos.
Aún así hay fugas luego de nuestras sonatas.