Esta nota resume algunos de los peores datos de la actuación pública del filósofo político conservador alemán del siglo pasado. La lógica de la nota es la ya conocida atribución del estilo confrontativo de Kirchner a la influencia teórica de Schmitt por vía de la reelaboración realizada por Ernesto Laclau y su esposa Chantal Mouffe. Resumiendo la teoría: el desarrollo social se realiza mediante la confrontación de intereses antagónicos, de modo que en política siempre se trata de definir amigos y enemigos. 

Personalmente dudo del grado de influencia intelectual que podría ejercer Laclau sobre Kirchner o si no ha sido -más bien- que éste aprovechó el discurso de aquél para justificar un estilo que ya se había formado por su propia experiencia (sin que ello signifique que estoy de acuerdo con la caracterización que se hace de Kirchner).

Además, creo que se hace una lectura errónea de Laclau y Mouffe. Más de una vez se ha aclarado que lo que ellos proponen es transformar los enfrentamientos antagónicos en (más moderadamente) "agónicos". Esto es: competir sin desconocer la legitimidad del adversario. En suma, se trata -con otro lenguaje- de reafirmar los ideales democráticos clásicos tal como la democracia burguesa interpretó la herencia ateniense.

En ese sentido, me parece que el "posmarxismo" de Laclau-Mouffe, con su precedencia del campo discursivo sobre el material, tiene -sin desconocer su interés teórico- más de "pre-marxismo" que de "pos".

Comments (7)

On 5/10/10, 22:30 , Rafa dijo...

Bob:
No quiero meterte en problemas con el diario para el que trabajás, pero esa nota me parece falaz y lamentable. Parece que el autor se alinea con la caracterización que hace Lilita de NK como Hitler. Algo que harían con cualquiera que no se aviniera con su idea de "diálogo y consenso".

Las diferencias del pensamiento de Mouffe con el de Schmitt son evidentes y ella las ha puesto en claro varias veces. Te paso un post que le dediqué hace ya bastante tiempo, y otro de La Barbarie:
http://el-lobo-estepario.blogspot.com/2007/05/atajate-esa.html
http://labarbarie.com.ar/2007/en-torno-a-lo-politico/

Y sobre la precedencia en Laclau-Mouffe del campo discursivo sobre el material, bueno, es en esos términos que se dan los debates hoy en día. Y no en otros, lamentablemente.

Un abrazo.

 
On 6/10/10, 1:34 , Bruno Bauer dijo...

Schmitt es uno de los grandes teóricos políticos del siglo XX, al nivel de Bobbio o Gramsci. Su influencia en la política argentina ha sido muy extensa, el libro "Carl Schmitt en Argentina" del prof. Jorge Dotti rastrea su influjo (estuvo a punto de radicarse aquí en los ´50) hasta la constituyente del ´94.
Una última valoración de legado de Schmitt la hace el siempre eficiente Perry Anderson, en su último libro, en donde enfila a Hayek, Strauss, Oakeshott y Schmitt para analizar la base del pensamiento derechista de posguerra.
Podés dejar de leer blogudeces por un rato y bajarte el libro de aquí:
http://bibliotequita.wordpress.com/2009/06/12/perry-anderson-%C2%B7-spectrum/
Saludos.

 
On 6/10/10, 13:33 , Bob Row dijo...

Rafa: No creo que me traigas un lío; el diario ha sido siempre tolerante con las opiniones. Gracias por los links, los voy a leer hoy, más tarde. Me gustaría saber si alguien se dedicó a recoger los aportes de Laclau-Mouffe en una teoría superadora. Abrazos.

 
On 6/10/10, 13:39 , Bob Row dijo...

Galliano: en el tema de Schmitt (como en tantos otros) toco de oído, así que me va a venir muy bien el dato que me das. Después de todo, recibir esos datos debe ser lo mejor de la actividad blogueril para los que ya no estamos en la Universidad. Un abrazo.

 
On 6/10/10, 14:35 , Rafa dijo...

Bob:
Comparto el agradecimiento a Galliano por el link. De paso, tengo por ahí un libro que resalta las coincidencias entre el pensamiento de Schmitt y el de Hayek, algo que no le caería bien a ninguno de los dos. Cuando pueda pongo algo en el blog.

Otro abrazo.

 
On 12/10/10, 1:46 , Oscar Grillo dijo...

Marxismos eran los de antes!

 
On 12/10/10, 1:53 , Bob Row dijo...

¡Como tantas otras cosas, Oscar! No debe ser fácil volver a encontrar el centro del discurso marxista después de la cída del muro. Un abrazo.