En pocas palabras. Esta nota de Oppenheimer señala algo que no carece de sentido común. Si Brasil se entusiasma con su creciente papel internacional, no le vendría mal un poco de humildad. O -como él lo llama- de "paranoia constructiva" sobre el retraso relativo de la inversión en educación e investigación científica para darle sustento a ese entusiasmo.

Comments (3)

On 30/9/10, 1:23 , Bruno Bauer dijo...

En realidad el artículo denosta la soberbia académica de toda Latinoamérica. Y pone como contraejemplo a China, país que me molestaba hasta que leí el último reportaje que le hicieron a Giovanni Arrighi. Muy recomendable, para pasar la aburrida convalescencia:
http://www.ddooss.org/articulos/entrevistas/Giovanni_Arrighi.htm

 
On 30/9/10, 4:53 , Bob Row dijo...

No me parce un llamado de atención para descartar. Eso sí: por lo que estuve viendo del sistema educativo chino en documentales del canal Encuentro, no me extrañaría que haya muchos suicidios; yo lo haría.
Lo que no me gusta de China es que eligió la peor forma de capitalismo al estilo norteamericano: autos lujosos y dispendio con superexplotación. Creo que veremos más de un estallido social allí.

Gracias por el dato de Arrighi; lo voy a leer con tiempo.

 
On 1/10/10, 13:55 , Sujeto de la Historia dijo...

Hola Bob
Sabés que la política internacional no es mi fuerte, precisamente (bah, si es que tengo alguno)pero desde el sentido común estaría dispuesto a darle la razón a Oppenheimer (no puedo creer haber dicho esto).
Aprovecho para darte un fuerte abrazo