Fin de año y último post. Tantas cosas pasaron que no viene mal recordar algo que marcó la historia reciente y -entre otras cosas más importantes- me llevó a bloguear.
Aunque hacía un tiempo que venía cruzándome en Internet con "páginas" de dibujantes que tenían este particular formato de blog, todavía no tenía claro qué podría yo tener que decir en un "diario íntimo público". Fue el desastre de República Cromañón el que me hizo pensar en una especie de crónica o "diario digital" de lo que encontraba a diario en el barrio del Once. Empecé a tomar fotos y algunas se transformaron en dibujos. No duró mucho el impulso y al poco tiempo empecé con Gloria Mundi. Pero ahí está El Once-Diario del país Cromagnon, esperando ser retomado.
Entretanto, reproduzco la nota que hice para el diario Río Negro al día siguiente del desastre. Tiene las virtudes y defectos de lo escrito en caliente, cuando no sospechaba las derivaciones que tendría. Es una buena forma de evaluar dónde estamos parados y de donde venimos.
Gracias a todos los que pasaron por acá y -sobre todo- a los que dejaron su palabra de opinión o aliento.
¡Hasta el año que viene!

Martes 4 de enero de 2005
   Opinion
Todos somos cromagnones

Por Roberto Bobrow

La tragedia del barrio porteño de Once, con sus casi 200 muertos, será por mucho tiempo fuente de material periodístico, imputaciones y polémicas. Para quien esto escribe, en cambio, fue y seguirá siendo una parte constitutiva de su existencia cotidiana, ya que desde hace muchos años vive y trabaja a 300 metros del lugar. El lugar donde la Argentina del siglo XXI tuvo que enfrentarse de golpe con la imagen de su peor rostro.

Los espíritus angélicos podrán apartar sus ojos de esta imagen terrible elevando su mirada hacia los designios inescrutables del Cielo o la Fatalidad. Los espíritus jurídico-policiales se concentrarán, seguramente, en los responsables directos e indirectos del caos desencadenado: los que encendieron las bengalas, el empresario imprevisor, tal vez los inspectores municipales ineficientes. En cualquiera de estos casos se estará actuando al modo de quien poda las ramas más molestas de un vegetal proliferante sin erradicar el complejo rizomático que las alimenta.

Pero para quien recorre cada día este paisaje abigarrado y se arriesga por sus calles cada noche, el desastre humano del local República de Cromagnon no tiene otro efecto que el de la condensación anunciada de una amenaza permanente. La amenaza de una sociedad que año tras año se ha visto empujada hacia formas de supervivencia cada vez más primitivas y pre-ciudadanas; bordeando, a menudo, el lado de afuera de la ley.

El centro de gravedad económica de Once es, como se sabe, la concentración de mayoristas de indumentaria, juguetería y baratijas. Allí se asentaron y prosperaron hace casi un siglo unos pocos judíos refugiados de la miseria y las discriminaciones del Viejo Mundo. Con los años se fueron sumando a ellos otros migrantes de todos los rincones del mundo: asiáticos, africanos y ucranianos se dan cita allí con los americanos de las fronteras externas e internas del país donde la esperanza es lo último que se pierde.

Numerosos medios de transporte vuelcan diariamente en las costas de Once oleadas de vidas aferradas también a una esperanza mínima que toma la forma de un puesto de venta ambulante, una changa o una pila de cartones. Y muchas de ellas eligen quedarse por las noches para evitar los costos repetidos del viaje. Especialmente en los alrededores de la terminal ferroviaria se multiplican los "hoteles" y pensiones donde se establecen los más afortunados. Los otros se acurrucan en el hall de la estación, en los huecos de algunos comercios y galerías o vivaquean protegiendo el rectángulo de vereda conseguido.

El deterioro del paisaje urbano aquí, como en otros barrios y otras ciudades, comenzó a hacerse notar con el avance de la República Especulativa en los años '90. La nota de alerta la dio el caso de la "escuela shopping", cuando el Estado cedió parte de un espacio educativo para librarse de un pleito. Pero al valor simbólico de este caso se agregaron tantos otros: la explotación privada de locales comerciales en la estación, la desaparición del viejo mercado y sus feriantes, el reemplazo de los bares con café y dominó por cadenas de comida chatarra y, finalmente, la permanente ocupación de las veredas y la plaza por una miríada de vendedores ambulantes, predicadores evangélicos, prostitutas y arrebatadores.

El viejo Ferrocarril Sarmiento, privatizado y abandonado a la decadencia, es el conducto principal por donde confluyen desde todo el oeste del Gran Buenos Aires las víctimas de la desindustrialización del país en procura de un rebusque. Entre ellos son numerosos los hijos de aquellos que perdieron sus trabajos ya hace 15 ó 20 años. Huérfanos de contención familiar, de perspectiva laboral y de escolaridad, no es sorprendente que sean fácilmente convocados por varios locales bailables estratégicamente ubicados en la zona.

Un dato significativo sorprendió a los primeros cronistas que acudieron al sitio del desastre: varios niños se encontraban en una "guardería" improvisada en el baño de mujeres, llevados por sus padres. ¿De qué se sorprendieron? Los padres que los llevaron hasta allí no eran ellos mismos más que niños arrojados precozmente a una adultez para la que no fueron preparados. Niños que crecieron mientras el Estado se desprendía alegremente de los deberes propios de la civilización.

La gestión de la economía y la seguridad social fue confiada a los guardianes del dogma neoliberal mientras se aplacaban las débiles quejas de los guardianes de la moral tradicional, impidiendo que la educación sexual y la planificación familiar contaminasen las inocentes almas de los hijos del desamparo. Una generación fue así privada de formarse como ciudadanos de la República con capacidad de ejercer libremente sus derechos y elegir su futuro. Privada, incluso, de la noción de que la propia vida tiene algún valor que resguardar.

Habrá que admitir, pues, que el talento para la metáfora de un empresario astuto supo sintetizar en pocas palabras el resultado de años de retroceso: desde la otrora orgullosa República Argentina hasta esta precaria y cruel "República de Cromagnon".


Éste fue el tema que me encargaron para el suplemento Debates de esta semana. Por suerte, todavía estaba fresco ese episodio risueño de su reciente "conferencia" en Harvard. Como para confiar después en los rankings que ubican a las mejores universidades del mundo. Acá, por lo menos, invitan a Zizek. En fin.
Así que teníamos el banderín, la toga y el birrete. Ahora, la cuestión era incluir algún elemento que indicara mi opinión personal sobre el verdadero contenido de ese supuesto "pensamiento". Ya lo tengo, ahí está. A la izquierda de su pantalla, señora.

Cuando el miércoles me telefoneó el jefe para ilustrar la nota que iba a salir el viernes, sólo me encargó este gesto del Jefe de Gabinete; así que la inclusión del Jefe de Gobierno corrió por mi cuenta. Como yo supuse, la distribución de responsabilidades quedó un poco desequilibrada. Luego, alguien parece haber cruzado las fotos y el dibujo salió con esta otra nota. Es curioso ver cómo se puede correr por izquierda al gobierno, mostrándose sensible con las tareas no resueltas por el Estado, sin hacerse cargo de las décadas de demolición que precedieron a este período. Y, sobre todo, las perspectivas que ofrece su eventual reemplazo por la Oposición Realmente existente (no la ideal y perfecta imaginada desde la comodidad de un escritorio). 
Seguramente, este episodió mostró lo mucho que fue desatendido (en gran parte por propia elección de la mayoría de los votantes porteños). Es evidente que el Estado sufre de un déficit de conexión con las emergencias sociales y un exceso de dependencia de los condicionantes externos (la acumulación de reservas como lastre ante la extrema volatilidad financiera). Pero lo que está ocurriendo en Europa nos muestra que no se trata un "privilegio" local. ¿No se suponía que habían encontrado la fórmula de la prosperidad definitiva?
A pocos días de asumir como primera mujer elegida presidenta de Brasil, Dilma Roussef convoca memorias del pasado e interrogantes sobre el futuro. Esta nota reúne las opiniones de varios analistas. La continuidad de la vía abierta por Lula y lo que puede o debería cambiar.

Dos apuntes que me llamaron la atención: Ricardo Leis dice que Lula gobernaba y negociaba por sí mismo, transversalmente. Con Dilma, el Partido de los Trabajadores espera recuperar el centro de la escena y hacer menos concesiones a los aliados (de derecha, se supone).
En nota aparte, Emir Sader advierte que en la estructura económica de Brasil todavía es hegemónico el sector financiero y especulativo a favor de las tasas más altas del mundo, pese al estímulo estatal al sector industrial. Una tarea que Lula deja inconclusa y Dilma debería encarar.
Para mantenerme de nuevo al ritmo de la actualidad, viene bien esta nota que me encargaron ilustrar. Se trata de una entrevista con un antiguo oficial de Inteligencia que cuenta algunos datos de color de su cosecha. Supongo que a los compañeros peronistas no les va a gustar lo que dice del Bebe Cooke (o, más bien, de su esposa). Dentro de lo fragmentario e inconexo de las anécdotas, resultan por lo menos más entretenidas que las pavadas remitidas desde La Embajada con las que quisieron escandalizarnos los referentes del Periodismo Independiente. De paso: hay que sentirse muy degradado ya, como para que no les importe enmierdarse tan baratamente, ¿no?
Para variar el tono, en el blog de Lucas hay bastante material para masticar que complementa y amplía la magnífica síntesis del hueso del asunto que hizo en 6,7,8.
En una nota bastante resignada, Oppenheimer reconoce que las cosas van muy bien entre los presidentes de Colombia y Venezuela.  ¿Y por qué no antes? El autor no lo dice, pero parecería que el conflictivo no era el "dictador" Chávez sino, más bien, el "democrático" Uribe, después de todo. 
Por otra parte, ahora resulta que los colombianos se cansaron de que tanta "relación carnal" con EE.UU. tuviese escasa retribución económica concreta y empezaron a ver con buenos ojos al comprador bolivariano.

Otra cosa que el bueno de Andrés no cuenta pero desde acá nos preguntamos: ¿no habrá tenido nada que ver la gestión exitosa de Néstor Kirchner al frente de UNASUR cuando -ayer nomás- estos dos mismos presidentes estuvieron a punto de lanzarse a la guerra por quién se acuerda qué motivo?





































Como ya pasó más de un mes desde el post anterior y todavía no pude reencontrar el tono habitual del blog esto amenaza quedar excesivamente desactualizado.
Para no seguir postergando indefinidamente retomar el ritmo, pensé en publicar este trabajo con el vínculo a la nota para la que me lo encargaron, sin comentarios. Agotadoras fueron las polémicas que tuve en la carrera de Historia sobre este tema en el tormentoso año 1974. No me atraía volver sobre ellas.

Después pensé recomendar algunos de los blogs cuyos posteos sobre el tema más me habían interesado, como los de Abel y los de Ezequiel (cada uno con varias y conceptualmente ricas secuelas).
Pero fue finalmente el largo escrito firmado por Teodoro Boot publicado por Jorge y Juan el que más me picó el bichito de la polémica.

Es que, lejos de compensar los aspectos polémicos de la actuación de Don Juan Manuel con la perspectiva equilibrada del distanciamiento historiográfico, el artículo de Boot se juega de lleno por la actualidad de las opciones políticas que el juicio sobre Rosas contiene para el presente.
No voy a encarar un análisis detallado de este escrito largo y complejo. Me resisto a salir del todo de mi sopor. Sólo quiero apuntar un par de aspectos que me parecieron llamativos.

La primera parte es una extensa polémica con la nota que Horacio González publicara en Página12. Particularmente con la referencia de éste a los aspectos conservadores o reaccionarios de la formación ideológica y la conducta poco democrática del Restaurador de las Leyes.
La conclusión de esta parte me recordó aquella hipóstasis hegeliano-marxista a la que suele referirse J.P. Feinmann: La Astucia de la Razón. Es decir, la necesidad histórica por la cual un personaje cumple un papel superior a aquél que esperaba cumplir.
En este caso, Rosas -estanciero bonaerense de intereses particulares a su clase e industria- se vio llevado a encarnar los intereses soberanos de la Nación frente a las Potencias Imperiales. Y desafía Boot:
Pero ahí estaba Rosas, con sus más y sus menos; no Rivadavia, ni Lavalle, ni tampoco Jefferson.
 La segunda parte se ocupa más específicamente de la masas populares que daban al régimen de Rosas un respaldo masivo y -es la deducción lógica- su carácter democrático. La provocativa frase con que concluye el trabajo (y el programa político que insinúa para la actualidad) -después de reafirmar que la soberanía es la condición de la existencia nacional- es notable:

Y tan importante como eso, no olvidar nunca, ni dormidos, que lo realmente opuesto a la democracia no es la dictadura sino la aristocracia.
Huelga destacar lo infrecuente de este lenguaje en la cuidadosa retórica democrática contemporánea. Ni pienso adentrarme en las discusiones que podrían hacérsele desde la teoría política que va desde la clasificación aristotélica de los regímenes políticos a las mil gradaciones que podrían invocarse para las complejas sociedades modernas.
Apenas mencionaré al historiador Geoge Finlay, quien aclaraba que en la Grecia clásica, el "demos" no era una generalidad como "el pueblo" o "la mayoría" sino una clase específica: "los pobres". Del mismo modo en que quienes se llamaron así mismos "aristoi", o sea, "los mejores" eran, en realidad, "los ricos". La "Tiranía" fue el recurso del "demos" para ser escuchado por la fuerza cuando los "aristoi" se negaban a hacerlo por medios constitucionales.

Esto es muy básico y fundamental y es bueno tenerlo presente. Pero cuando pensamos las cambiantes tomas de posición y opinión de clases, grupos y subgrupos en la Argentina de hoy, parece todo un poco más complejo. Piénsese, no más, en los agrupamientos generados por el conflicto ruralista de 2008, en que se vio a la SRA y la Federación Agraria aliadas a caceroleros urbanos, y piqueteros troskos y maoístas (ciertamente poco ricos). Esa alianza no podía durar y no duró; lo significativo es que haya podido ocurrir.
El Pueblo -el sujeto más invocado en la liturgia setentista- se aparece hoy como una evanescente entidad siempre a construir mediante una compleja alquimia que incluye tanto la "opinión pública" moldeada desde los medios de comunicación masiva, como el activismo militante y -desde ya- las acciones concretas del Gobierno y las Oposiciones.
Por eso, el aspecto que más me sorprendió en el trabajo de Boot es que -luego de explicar muy refinadamente la diferente composición social de la plebe desde Mayo a Caseros- asuma las rabiosas invectivas de Martínez Estrada como fuente legitimadora de la identificación trans-histórica de Rosas y Perón (que éste notoriamente nunca asumió) por el simple beneficio del apoyo popular:

El pueblo del 17 de octubre "Era la Mazorca, pues salió de los frigoríficos como la otra salió de los saladeros. Eran las misma huestes de Rosas, ahora enroladas en la bandera de Perón, a su vez sucesor de aquel tirano".
Identificación que, por lo menos, parecería embotar la proyección que el proletariado industrial moderno tiene para imaginar formas de organización diferentes al Capitalismo, inimaginables en tiempos del rosismo. Si éste ya no es una amenaza (como nos tranquiliza irónicamente Boot) habría todavía que discutir si el Peronismo, concebido en este marco teórico, es el fin del camino imaginable para un capitalismo argentino de alcances todavía poco nítidos. Al menos, mientras el sector más rentable sea el agrícola y la industria (o quienes la poseen) no se vea todavía como alternativa, sino como partícipe secundario.





































Por primera vez adelanto la ilustración que va a salir mañana en la sección Debates del diario Río Negro. Todavía no sé lo que dirán los artículos que lo acompañen; pero ya no importa.

Hasta ayer no sabía si editarían la sección y hoy, sorpresivamente, me lo pidieron de urgencia. Está lleno de errores, ya lo sé; pero si no lo hacía y lo posteaba, quién sabe cuándo iba a seguir. Ya me pasó con la muerte de Fabián y tardé seis meses en volver.  Por eso necesitaba despedirlo con un dibujo. Para las palabras y los conceptos habrá tiempo.

Chau, Néstor. Y gracias por los mejores ocho años de vida política argentina desde que tengo conciencia de lo que pasa. Casi medio siglo, nada menos. Y adelante, Cristina, no estarás sola para hacerlo.
Un poco atrasado, posteo esta ilustración para una nota en el diario Río Negro sobre la Italia de Berlusconi que no tiene desperdicio. La nota resume muy bien otra aparecida en Foreign Policy, llamada "El Estado burdel", que invoca unos versos de Dante Alighieri para ilustrar  la situación actual del país.
Pero, además, la nota del Dr. Ciapuscio destaca que lo que ha permitido a Berlusconi acumular el poder y la impunidad de que hace gala, ha sido su posición dominante en los medios de comunicación. No hace falta mucha imaginación para figurarse lo que pasaría entre nosotros si el Sr. Magnetto tuviera más tiempo y salud de la que dispone o si un Macri hubiera utilizado ese trampolín (en lugar del club Boca Juniors) para lanzarse a la política.

La escena está obviamente inspirada en el cuadro de Delacroix (como se aprecia en la firma al clikear para agrandar) "Dante y Virgilio en el Infierno". Si bien la nota habla del "Purgatorio", la tentación era muy grande para resistirla.
Esta nota resume algunos de los peores datos de la actuación pública del filósofo político conservador alemán del siglo pasado. La lógica de la nota es la ya conocida atribución del estilo confrontativo de Kirchner a la influencia teórica de Schmitt por vía de la reelaboración realizada por Ernesto Laclau y su esposa Chantal Mouffe. Resumiendo la teoría: el desarrollo social se realiza mediante la confrontación de intereses antagónicos, de modo que en política siempre se trata de definir amigos y enemigos. 

Personalmente dudo del grado de influencia intelectual que podría ejercer Laclau sobre Kirchner o si no ha sido -más bien- que éste aprovechó el discurso de aquél para justificar un estilo que ya se había formado por su propia experiencia (sin que ello signifique que estoy de acuerdo con la caracterización que se hace de Kirchner).

Además, creo que se hace una lectura errónea de Laclau y Mouffe. Más de una vez se ha aclarado que lo que ellos proponen es transformar los enfrentamientos antagónicos en (más moderadamente) "agónicos". Esto es: competir sin desconocer la legitimidad del adversario. En suma, se trata -con otro lenguaje- de reafirmar los ideales democráticos clásicos tal como la democracia burguesa interpretó la herencia ateniense.

En ese sentido, me parece que el "posmarxismo" de Laclau-Mouffe, con su precedencia del campo discursivo sobre el material, tiene -sin desconocer su interés teórico- más de "pre-marxismo" que de "pos".

En pocas palabras. Esta nota de Oppenheimer señala algo que no carece de sentido común. Si Brasil se entusiasma con su creciente papel internacional, no le vendría mal un poco de humildad. O -como él lo llama- de "paranoia constructiva" sobre el retraso relativo de la inversión en educación e investigación científica para darle sustento a ese entusiasmo.
Como hay varios trabajitos que quedaron postergados, les voy a ir dando curso sin mayores comentarios.
En este caso se trata de una nota más informativa que crítica sobre las dudas y realidades que presenta el ingreso de la Argentina al circuito de actividad minera transnacionalizada.


Este once de setiembre fue muy particular para mí. Tenía programada una cirugía (hernia) desde hacía meses y quería dejar listas todas las tareas que no iba a poder cumplir después.

Para mi sorpresa, en las dos semanas previas, recibí algunas propuestas de trabajo urgente desde varios puntos del globo. Esto significó intensos intercambios de mails para definir los detalles de requerimientos y condiciones. En algunos casos había que rehacer antiguos trabajos para que quedaran aptos para la impresión. Milagrosamente, pude cumplir con todos aquellos que se concretaron.

Esta fue la página publicada por la revista de fin de semana del diario Nürnberger Nachrichten para el aniversario del filósofo Arthur Schopenhauer, bellamente impresa y presentada.

Gracias, Kerstin, por tu amable y eficiente colaboración de trabajo. Fue un placer que ojalá se repita en el futuro.





































Parece que Lula deja el gobierno con alto índice de popularidad y consigue heredárselo a su elegida, Dilma Rousseff (cosa en la que fracasó la Concertación chilena). Algunos dicen que ella va a ser más dura con nosotros en el Mercosur. Pero ya se sabe: han dicho tantas agorerías y siempre se quedaron con las ganas.
Por hoy no voy a comentar más. Ayer me operé de una hernia inguinal y ya es suficiente con poder estar tecleando de nuevo. Pero "todo en su medida y armoniosamente" ¿no es cierto?
En esta entrevista con "Rio Negro", Cox reafirma su amor por la Argentina y su admiración por Jorge Luis Borges. También me entero por José Sentis de que volverá al "The Buenos Aires Herald" como columnista, lo cual cerraría el periplo de una curiosa relación, que en parte me toca lateralmente.

Yo no estaba en el país durante su recordada actuación al frente del Herald durante los primeros años de la Dictadura. Volví justamente cuando él se iba y empecé a colaborar con el semanario "Nueva Presencia", que reproducía los editoriales más fuertes del diario. Esto facilitó que unos meses después también entrara al Herald para ilustrar la columna semanal de política de James Neilson.

Neilson era tan opositor como Cox a los militares (e igualmente liberal en economía), pero más cínico o menos ingenuo en el manejo del diario. Así que el diario pareció tomarle la palabra a Viola de que se iba a descomprimir la política represiva. Esto provocó declaraciones críticas de Cox, desde el exterior. Aunque las presiones y amenazas al diario continuaron, sobre todo durante la guerra de Malvinas.

El momento clave llegó más tarde, cuando ante el cierre de "La Razón", la empresa lanzó un vespertino que cerró con grandes pérdidas tras la híper del '89. Entonces el grupo editor de Charleston en el que estaba Cox,vino al rescate comprando parte del paquete accionario del Herald y quedándose finalmente con todo en el '97. Y lo primero que hicieron entonces fue desprenderse de un tercio del personal y colaboradores,  yo entre ellos. Así, se cerraron secciones y el diario entró en decadencia y ventas sucesivas hasta quedar en manos del grupo que edita "Ambito Financiero", con el cual vuelve Cox a su viejo amor.

Yo estuve en el Herald 17 años, casi tantos como él, y trabajé con varios editores sin tener problemas con ninguno. Pero por alguna razón que no puedo definir, siento que no me habría gustado trabajar con Cox y su inmoderada tendencia protagónica y autorreferencial. Vaya uno a saber.

Esta nota hace una evaluación de los argumentos a favor y en contra de la proliferación de universidades en el conurbano bonaerense. Las últimas tres, creadas por ley a fines de 2009, antes del cambio de composición parlamentaria.
Se hace difícil diferenciar con claridad los motivos invocados para su creación (inclusión social, igualación de oportunidades) de los menos explicitados de conveniencia política en el complejo sistema provincial de intercambio de favores.
Las críticas van desde la real posibilidad de conseguir un alto nivel académico en estos institutos, pasando por la superposición con la discusión de un nuevo marco regulatorio (Puiggrós), hasta la postergación del refuerzo de otros niveles educativos profesionales, más necesarios en ese ámbito.
Confieso que no tengo la información suficiente como para opinar en este tema. Es posible que las razones altruistas previsibles, resulten dudosas en boca de algunos de los personajes mencionados en la nota. Pero también he observado indicios de que algunas universidades creadas anteriormente en otras localidades del conurbano se desenvuelven bastante bien.
Seguramente más de un lector ocasional del blog puede dejar un comentario mejor fundamentado de lo que yo podría hacerlo.
Como estoy un poco falto de inspiración discursiva, me limito a postear esta caricatura de hace un tiempo. Salió publicada (a medias) con una nota de Oppenheimer.  El bueno de Andrés ya se está babeando con los éxitos que imagina para su nueva estrellita derechista. Pero se apura a equivocarse de antemano (para no perder la costumbre) anunciando la imposibilidad de mejoramiento de las relaciones de Santos con el energúmeno de Chávez. 
Dicho y hecho, pocos días después los dos vecinos presuntamente inconciliables se dieron la mano -gracias a la mediación de Néstor Kirchner- y se cubrieron de elogios, desactivando la granada dejada por el psicópata de Uribe. ¡Qué clarividencia!
La ilustración no es muy original pero la hice según indicaciones para esta nota que evalúa las posibilidades de cada uno para alzarse con la candidatura radical el año que viene.

De paso me pidieron que escribiera unas líneas complementarias con la perspectiva del caricaturista. Acá están:


Los dos rostros de un tiempo interesante


Dicen que dice una vieja maldición china: "Que te toque vivir en tiempos interesantes", dando a entender que los períodos tormentosos y cambiantes (interesantes para un observador) resultan desgraciados para el hombre de a pie, que debe sufrirlos.
Para un caricaturista político, en cambio, los "tiempos interesantes" son una bendición (siempre que tenga el sustento asegurado): los personajes vienen y van, se elevan y caen, renovando continuamente el material de trabajo.
La política argentina durante de los últimos años ha combinado abundantes temas de debate semanal con una llamativa continuidad de los elencos estables: los Kirchner, los Fernández, Carrió y poco más. Esto obliga al caricaturista a exprimir su imaginación en busca de nuevas metáforas con las que revestir a sus actores. Tiempos poco interesantes.
Pero todo eso cambió en marzo del 2008. Una decisión casi burocrática, la llamada "resolución 125", se convirtió inesperadamente en fuente inagotable de luchas aparentemente "decisivas". Nuevos personajes aparecieron. Los argentinos nos enteramos de golpe de que teníamos un vicepresidente cuyo voto "no positivo" podía lanzarlo al estrellato del cielo opositor sin necesidad de abandonar las oficinas gubernamentales. Se demostraba una vez más que el ingenio criollo no conoce límites.
Tiempo después un accidente biológico, la desaparición del primer presidente de la recuperación democrática, nos hizo notar –en medio de la general consternación de la despedida– que no se había ido del todo. Allí estaba, recibiendo las condolencias, un rostro llamativamente parecido, sólo que sin la notoria fogosidad que habíamos conocido.
Julio Cobos y Ricardo Alfonsín llegaron casi sorpresivamente al firmamento de la política nacional para darnos a los caricaturistas un aporte de variedad en nuestro trabajo cotidiano. Seguramente alguno de los dos tendrá un paso más fugaz que el otro por nuestro tablero (hoy pantalla digital) de trabajo. Pero mientras diriman en púlpitos y sets televisivos el derecho a encabezar la oposición política al gobierno, aquí estaremos, interesados y agradecidos.

Hollman Morris es un periodista y productor fílmico colombiano de investigación independiente a quien se le negó la visa de entrada a EEUU para asistir a una beca anual en la Universidad de Harvard por supuestos lazos con las FARC, de acuerdo con el Patriot Act. Dichos lazos fueron denunciados -sin pruebas- por el derechista gobierno de Uribe, de quien Morris suele exponer sus vínculos con los escuadrones de la muerte paramilitares. El caso era tan ridículo, que incluso columnistas insospechados de tendencias izquierdistas protestaron. Ahora parece que la avalancha de reclamos de organizaciones humanitarias y académicas logró revertir la decisión.

Buscando una imagen adecuada para explicar a Maradona en inglés recordé al personaje de la película "Rollerball" que se enfrentaba a la burocracia dirigente del juego global. Con la salvedad de que la historia real de Maradona no tiene la belleza coreográfica de un film. Es la historia de un "dios sucio" como dice Galeano, consciente de sus carencias y debilidades, demasiado humanas. Una historia de golpes, caídas y renacimientos.
Como DT del equipo argentino en la Copa de Sudáfrica, pueden discutirse las decisiones tácticas por las que se jugó. Lo que no podrá discutirse es la cohesión y el clima solidario que generó en un plantel de estrellas internacionales con poco pasado en común. Y -sobre todo- que su desbordante expresionismo y respuestas poco convencionales a la prensa le dieron color y calidez a un acontecimiento deportivo que la FIFA parece querer convertir en un trámite burocrático disfrazado con publicidad épica. Maradona se ganó el respeto y pedido de disculpas de más de un crítico, antes de caer derrotado como sus predecesores en el cargo. 
Tras la nueva derrota, algunos mediocres aprovecharon la circunstancia para vincularlo a los supuestos defectos del gobierno populista argentino. La falsabilidad de esta "teoría" es tan obvia que ni vale la pena detallarla; sobran los ejemplos de que no hay relación entre una cosa y otra (¿Las patadas holandesas en la final indican que su gobierno es una dictadura fascista acaso?)
La cuestión es que Maradona se resiste a traicionarse a sí mismo y a quienes le son leales. Justo antes de discutir la renovación de su contrato se presenta en actitud desafiante junto a Hugo Chávez y luego se planta ante la exigencia de que prescinda de sus colaboradores (y no se trata de que a mi me gusten, sino de la dignidad).
No sé si la Presidenta debería intervenir en la disputa, como se rumorea al tiempo de escribir esto. Pero no dejaría de ser interesante ver tambalearse el largo reinado de los Grondona y sus amigos.

P.D: La AFA no le renovó el contrato. La Presidenta se lamentó y expresó su intención de hablar con él. Si pudiera llegar a oírme le diría: "Cristina encargale a Diego un Campeonato Maradona para los chicos pobres de todo el país, con programas de seguimiento de la escolaridad y talleres de formación laboral y artístico ¡¡ya, por favor!!"
Hace unos días encontré esta entrevista al conocido cineasta. Recomiendo intentar traducir la transcripción con el Google Translator y leerla escuchando el video, ya que los gestos son elocuentes y a mí me conmovió bastante; sobre todo el relato de cómo empezó. Allí hay algo que no suele verse en los medios norteamericanos, aún en los del activismo de izquierda: algo REAL. 
Es la historia de un joven hijo de un trabajador de la General Motors que necesitaba que se sepa que su pueblo estaba muriendo por el despido de miles de empleados de la empresa y le pidió a un periodista visitante que le enseñe a filmar.
Lo curioso es que el periodista resultó ser un sobrino del entonces primer presidente Bush. La película fue premiada en Nueva York y se pasó en una función privada para la familia presidencial. Durante la función se escuchó sólo una risita nerviosa. ¿Adivinan de quién?
Otro post que quedó retrasado. En esta nota Oppenheimer apela a algunas encuestas para sostener que Obama mejoró la imagen de EE.UU. en Latinoamérica. De todos modos esa imagen es más baja en los tres países más grandes; peor en Argentina, luego México y Brasil. El articulista supone que no hay que desperdiciar la oportunidad de establecer acuerdos de libre comercio, aparente panacea universal.
Como no estoy de ánimos de argumentar, me limitaré a preguntar qué beneficios trajo el acuerdo del NAFTA a México, donde miles de campesinos se vieron arruinados por los precios subsidiados del maíz industrial de su vecino, viéndose obligados a migrar a las ciudades, caer en el delito o volver a migrar a EE.UU. para ser perseguidos como ilegales. Ni vale la pena.

Prefiero contar -para los que no lo conocen- que la idea para esta ilustración la tomé de Norman Rockwell, el más tradicional ilustrador popular norteamericano. En el original se trata de Gary Cooper maquillándose para el rol de "El Texano". Para ser un dibujo hecho a las apuradas (como siempre) no quedó del todo mal, modestamente, ¿no?





































Por hache o por be me retrasé con los posteos y ya tengo que entregar trabajo. 
Así que sin mayores comentarios procedo a recomendar la nota que ilustra esta escena. Se trata de la miseria invisible de Sudáfrica heredada del "apartheid". Sobre todo contra los trabajadores inmigrantes que viven hacinados en edificios abandonados por los blancos y que carecen de todos los servicios. ¿Alguno de los cientos de enviados especiales  mostró algo de esto?

PD: En compensación, acá puede leerse una historia de cómo el fútbol sirvió para sortear la prohibicón de actividad política para los negros y derrotar al apartheid.

Una nota interesante por sus propias contradicciones. Se suponía que fuera sobre el desconcierto del los peronistas ante sus divisiones. Pero a medida que se van desarollando las opiniones de los analistas y sociólogos entrevistados surge, más bien, el desconcierto de las oposiciones. Y la perspectiva de que el kirchnerismo al fin de cuentas tiene buenas posibilidades de recomponerse y asegurar la gobernabilidad mejor que cualquier alternativa. 
Me parece recomendable leerla, pese a que en la conclusión reaparezca una nota de dudoso buen gusto, haciendo un  paralelismo entre el hipotético triunfo mundialista (la nota salió el viernes) y la rechifla que recibió el dictador Viola. Más apropiado habría sido recordar la Copa del '86 que no evitó la derrota electoral de Alfonsín al año siguiente. La cuestión, de todos modos, ya quedó desactualizada.

Hace cuatro años también se jugaba un Mundial. También le habíamos ganado a México y esperábamos el choque con Alemania. Y Fabián Bielinsky les deseó suerte a los jugadores argentinos y les dedicó el Cóndor de Plata que le dieron como Mejor Director del año. Pero el 29 de Junio los diarios decían que Fabián ya no volvería del viaje de trabajo a San Pablo; que no le cumpliría la última promesa telefónica a Martín ni le daría el beso del regreso a Cristina. Que las puteadas que le grité al televisor cuando daba la noticia serían inútiles. Que la Muerte -esa traidora- no me había llevado años atrás para mejor arrancarme ahora un pedazo de corazón. Que cuatro años después sigo sin entender por qué yo estoy vivo y Fabián no.
Pero hace cuatro años no pude decir nada de esto. No pude decir nada en mi blog que quedó cinco meses abandonado. Recién entonces pude juntar fuerzas y esto es lo que quedó:

Este post tardó cinco meses en ser completado desde su concepción. Esto es lo que pasó:
Fabián es (me resisto a usar el pretérito) mi primo menor; el hijo de la hermana menor de mi madre. También es considerado el mejor cineasta argentino en mucho tiempo. Con sólo dos películas (escritas y dirigidas) en cinco años fue versionado por la primera (“Nueve Reinas”) en los Estados Unidos (“Criminal”) y elegido por la segunda (“El Aura”) para los premios Oscar.
Pero Fabián es algo diferente para mí: algo así como el hermanito que hubiera querido tener. El que recuerdo de bebé aferrado a su mantita, riendo a carcajadas con los cuentos que le inventaba con sus ositos, ganándome en el juego de damas a los seis años. Sus películas eran la creatura de la inteligencia y el profundo interés humano que le conocí de toda la vida. Él era mi orgullo.
El 26 de Junio “El Aura” fue premiada por la Academia argentina como la mejor película del año anterior. Tres días más tarde estaba por comenzar a dibujar su retrato para expresar mi alegría cuando la televisión, que estaba encendida en el canal de noticias, informo de su repentina muerte en un hotel de Brasil (donde estaba por un comercial) mientras dormía. Era como una pesadilla y continuó así todos estos meses.
Bloguear, por supuesto, perdió su atractivo para mí. No había nada de lo que quisiera hablar hasta haber pintado su retrato y me encontraba completamente incapacitado para hacerlo hasta hoy. Ni siquiera sé si es bueno, porque en realidad no estaba pintando su retrato sino la tristeza que siento trasladada a su rostro.
Como sea, necesitaba sacarme esos sentimientos de adentro y seguir adelante. Al menos, eso espero.
Caricatura sin motivo particular. Salió publicada con esta nota, pero podría haber sido con cualquier otra.
Humildemente, creo que es el mejor trabajo que hice hasta ahora con las herramientas de acuarela del programa ArtRage Studio. De a poco le voy agarrando la mano ¿no? (click para agrandar).
Una cierta versión vulgarizada de la teoría freudiana reduce el conflicto edípico en el niño a un "deseo de matar al padre" (y ocupar su  lugar junto a la madre).
Esta reducción literal puede ser inducida a partir de la forma de expresión del creador del Psicoanálisis, limitada -entre otros factores- por el modelo de familia nuclear dominante entre sus pacientes de la Viena fin de siecle. Pero las aportaciones etnográficas de la Antropología al revelar otros modelos familiares, como el "avuculado" de las islas Trobriand (donde el objeto de hostilidad es el tío materno) y el estructuralismo linguístico lacaniano (que tradujo los conceptos freudianos a ecuaciones abstractas) han ayudado a comprender mejor el sentido simbólico y cultural de este postulado.

Ocasionalmente, sin embargo, la realidad política parece justificar la difundida versión vulgar. Entre nosotros, las sucesiones dinásticas no eran infrecuentes mientras la política estuvo limitada al círculo bastante estrecho de las clases dominantes tradicionales. El caso más notorio fue el de Roque Saenz Peña, cuyos planes reformistas para terminar con las prácticas fraudulentas fueron postergadas mediante el expediente de anteponerle la candidatura de su padre Luis. Recién tras la muerte de éste pudo su hijo retomar la ofensiva hasta lograr la sanción de la famosa Ley de voto secreto, universal y obligatorio.
Esta nota explora los rasgos intelectuales y de conducción política heredados de su padre por la nueva estrella ascendente de la constelación pan-radical. Pocos de sus seguidores parecen dispuestos a recordar el oscuro lugar que su nuevo líder ocupaba hasta que la muerte de su padre lo puso en la frecuencia de los radares periodísticos. Tal vez la mayor utilidad de este ejercicio resulte en la advertencia de que la supuesta virtud de la identidad hereditaria es también es también su mayor defecto: ¿ O es que los votantes  estarán ansiosos por reeditar los errores que determinaron la inviabilidad del gobierno alfonsinista en su primera versión?

Desde que la dramática vida del matemático John Nash fue filmada en "Una mente brillante" (y aún antes), el tópico del "genio inadaptado" es uno de los favoritos de los medios masivos. Como señala esta nota, el ruso Perelman llena todos los requisitos.

Después de una precoz y ascendente carrera en Europa y EEUU, declinó las mejores ofertas académicas para retornar al hogar materno y la obscuridad en San Petersburgo. De pronto, en 2002 publicó en Internet la presunta solución a la Conjetura (ahora Teorema) de Poincaré, uno de los siete grandes problemas irresueltos de la matemática. Después de dos años de revisión pública sin ser hallada una falla en su planteo le fue otorgada la Medalla Fields, equivalente al Nobel para la especialidad. Más tarde la Fundación Clay le reconoció el "premio del milenio" de 1 millón de dólares  prometido a quien resolviera uno de los siete problemas.

Entonces fue cuando su personalidad asocial entró en colisión con los usos y costumbres de la gente "normal". Se negó a asistir al Congreso de Matemáticos en Madrid para recibir la medalla. Y hasta esta semana no decidió sobre el premio Clay. ¿Sus razones?
Cualquiera entiende que si la respuesta es correcta no se requiere  otro reconocimiento...No quiero estar en exhibición como un animal en el zoológico. No soy un héroe de las matemáticas...no quiero que todo el mundo me esté mirando.
Esta actitud suena  "inadaptada" en un mundo revuelto por el frenesí capitalista. De modo que -casi lógicamente- consiguió redoblar la curiosidad periodística, forzándolo a recluirse en una vida elusiva. Abandonó su trabajo y vive pobremente de la pensión materna. No concede entrevistas y apenas unas fotos  casuales le fueron tomadas en el subterráneo. Se dice que abandonó la matemática tanto como la higiene personal. Sin embargo, según sus viejos amigos, dice haber encontrado la prueba matemática de la existencia de Dios. Vive rodeado de cucarachas, íconos religiosos, cruces y rosarios.

Mientras un puñado de nostálgicos de la era soviética toman su rechazo de los premios como testimonio de "patriotismo comunista" y los medios lo tratan exactamente como el "animal de zoológico" en el que no quería convertirse, queda en pie la pregunta de ¿quién es el inadaptado en un mundo que "ha saltado de sus goznes" como proclamó el Hamlet de Shakespeare hace ya varios siglos?
La sección Debates del diario Río Negro publica esta semana varias notas dedicadas a las diferentes actitudes de los intelectuales argentinos (Borges y Soriano fueron elegidos como ejemplos antagónicos) hacia el fútbol. También incluye una nota mía que reproduzco aquí. El original de la nota se cerraba con una cita de Rodolfo Walsh (gracias Canilla) que no salió publicada por "razones de espacio", pero acá está.

Los medios de comunicación han convertido a los deportistas en los héroes míticos de nuestro tiempo, desplazando a los próceres con los que la ley de educación laica había reemplazado, a su vez, al santoral de la Iglesia en el relato patriótico.
La Generación del 80 era consciente de que la organización nacional de una república joven y abierta a la inmigración necesitaba crear mitos y rituales escolares. Luego, los hijos de esos inmigrantes "enseñarían a sus padres" la conciencia nacional adquirida, como una religión de la patria, relegando las ideas anarquistas y socialistas que traían de Europa.

Los estudiosos como Joseph Campbell o Mircea Eliade han destacado el papel que la repetición ritual de la historia mítica de los héroes fundadores tiene en la consolidación de los lazos comunitarios. La rememoración cíclica de los actos de esos héroes sirve para otorgar sentido a los actos del presente y reafirmar la vigencia de la ley común. Es, además, un refugio de estabilidad imaginaria frente a los golpes de la historia para las masas que suelen sufrirla sin llegar a comprenderla.
En Oriente los héroes fundadores se llamarían Moisés, Jesús o Mahoma; en Grecia, Edipo, Antígona y otros serían héroes trágicos.

Esos héroes míticos deben reunir ciertas características y cumplir ciertos pasos para poder servir como modelos: superar los peligros de un nacimiento desventajoso primero y, luego, las pruebas y enemigos que encontrarán a lo largo de un viaje por tierras extrañas para volver a nosotros transfigurados en arquetipo universal.
Su muerte debe, también, incluir un ingrediente de exilio o sacrificio como la predilección por Moreno, Belgrano o San Martín para nuestro panteón, ejemplifican.

En el siglo XX, cumplidas las tareas de la gesta independentista y empujada la religión al ámbito de lo privado, los medios masivos encontraron en las figuras deportivas una fuente inagotable de nuevos héroes que proponer a su público.
El primero, sin dudas, lo dio el boxeo con Luis Ángel Firpo, a través de la aún precaria información telegráfica del diario "Crítica". Los últimos de esa dimensión, probablemente, hayan sido Monzón y Bonavena.
Desde 1978, sin embargo, el fútbol desplazó el boxeo de la preferencia popular por varias razones: es menos peligroso y más accesible para muchos practicantes. Y, sobre todo, posee una organización universal cuyo ritual cuatrienal convoca a la representación colectiva de todos los países -democráticos o no- a renovar las esperanzas depositadas en su equipo de modernos argonautas.

La adhesión popular a los héroes deportivos genera comprensibles suspicacias en muchos intelectuales, mejor provistos culturalmente para soportar los embates de la historia. Pueden ser conservadores, como Borges, o comunistas, como Bertolt Brecht, quien dijo por boca de su personaje Galileo Galilei: "Desdichados los pueblos que necesitan héroes". Hay en esa actitud -como señala Alain Badiou- un distanciamiento aristocratizante, un "platonismo estalinizado". Los riesgos de enajenación colectiva, así como de instrumentación política y comercial, están indudablemente presentes en las manifestaciones plebeyas de fervor patriótico-deportivo. Mas, como el propio Borges escribió: "Siempre el coraje es mejor, la esperanza nunca es vana".

Pero también subyace un hilo secreto intuitivamente preservado por esas masas para guiarse en el intrincado laberinto de la historia. Es lo que reconocía Rodolfo Walsh desde su propia y trágica posición militante: "Nuestras clases dominantes han procurado siempre que los trabajadores no tengan historia, no tengan doctrina, no tengan héroes y mártires. Cada lucha debe empezar de nuevo, separada de las luchas anteriores: la experiencia colectiva se pierde, las lecciones se olvidan. La historia parece así como propiedad privada cuyos dueños son los dueños de todas las otras cosas".
Hace un tiempo hice esta ilustración para una nota sobre el "Reloj del Fin del Mundo" (Doomsday Clock) que marca el grado de riesgo de un holocausto nuclear desde la tapa del "Bulletin of the Atomic Scientists", cuyo lanzamiento en 1947 fue precedido por un manifiesto creado por  estos dos gigantes del siglo XX.

Casualmente me encuentro con un texto de Einstein en el que hizo explícita sus opiniones sobre el Capitalismo y el Socialismo en 1949. En síntesis, se manifestaba contra la irracionalidad de la competencia ilimitada y a favor de la economía planificada. sin embargo terminaba con una advertencia frente al peligro de crear una burocracia todopoderosa.
Buscando algo equivalente de Russell me encontré con alternancias durante su prolongada vida que oscilaban entre el socialismo fabiano y el anarquismo organizado, pasando por un período algo paranoico de anticomunismo activo. Su texto clásico es "Los caminos de la libertad".

Pero buscando algo más, encuentro el blog de Jorge Parrondo, quien es un español que, habiendo conocido in situ durante quince años el funcionamiento del liberalismo estadounidense (y sus epígonos europeos pseudo social-demócratas), se decanta por un régimen social que -para empezar- asegure una renta básica universal a todos los ciudadanos.

Lo que tienen en común estas posiciones es, por un lado, el repudio del Capitalismo en cuanto pone como condición la miseria de muchos para el enriquecimiento de unos pocos y, por otro, la desconfianza en la capacidad del Estado para gestionar eficazmente la complejidad social (digamos, la microeconomía) al costo del control abusivo de los individuos.

Si algo debería quedar establecido tras los fracasos sucesivos del estatismo soviético (que nunca fue un principio marxista sino una circunstancia histórica) y de la globalización capitalista, es que los circuitos económicos locales (donde se preserve la iniciativa individual) deberían quedar estrictamente desenganchados monetaria y financieramente de los intercambios internacionales bajo control estatal.
Del resto conversamos después.
La discriminatoria ley votada en Arizona contra los inmigrantes ilegales puso de relive el grado de hipocresía y esquizofrenia que sufre esa sociedad, exacerbada por la crisis. Esta nota de Oppenheimer señala correctamente algunos datos básicos y oculta otros.
Primero, no habría nada malo en exigir que los inmigrantes entraran legalmente a Estados Unidos, pero el problema es que no les está permitido hacerlo. Entran ilegalmente porque no pueden entrar legalmente. Las actuales leyes inmigratorias datan de hace más de veinte años, cuando la demanda estadounidense de trabajadores no calificados y altamente calificados era mucho más pequeña que la actual.
El mercado laboral estadounidense demanda hasta 500.000 trabajadores no calificados por año, mientras que el actual sistema inmigratorio sólo autoriza 5.000 visas permanentes para esa categoría, según el Foro Nacional de Inmigración, una organización pro reforma inmigratoria en Washington.
 Lo que no dice la nota es que la existencia de una masa de trabajadores privados de derechos laborales permite a los empleadores mantener los salarios en su conjunto bajo control.


Otras dos razones invocadas por la nota a favor de la legalización de los inmigrantes fueron discutidas en el sitio norteamericano de izquierda Coto Report:

En segundo lugar, deportar a 10 millones de residentes indocumentados no sólo sería increíblemente costoso sino también impracticable, a menos que queramos convertir a Estados Unidos en un Estado policíaco. Por razones de seguridad nacional y para evitar que los indocumentados se abstengan de reportar crímenes, o de rescatar a un accidentado en la calle, sería mucho mejor poder saber quiénes son, dónde viven y pedirles cumplir una serie de requisitos –incluyendo el aprendizaje del inglés y el pago de impuestos– para regularizar su estatus.
Si el mercado libre norteamericano necesita a todos esos inmigrantes, semejante deportación sería impracticable y el deseado control sería contradictorio con esa necesidad (de trabajadores baratos).

En contraste con este panorama, el gobierno argentino acaba de reglamentar una ley de inmigraciones que reemplaza la vigente desde la dictadura, asegurando el derecho a la salud y la educación de trabajadores inmigrantes en curso de regularización. Y un detalle: eleva de 100 mil a un millón y medio de pesos el monto requerido a un inversionista (teléfono para Monzer al-Kassar).

La nota para la que hice esta ilustración repasa los encuentros cruzados entre Estela y Bignone. No es porque la haya escrito mi jefe (¡cof, cof!) pero vale la pena leerla.

Un trabajito de hace un tiempo con un tema siempre de actualidad. Ilustración para un artículo que pasa revista a la actividad profética de la pretendida Casandra criolla, enmarcada en la tradición Radical desde el viejo Leandro Alem.
La pequeña diferencia, claro, es que las profecías de la Casandra troyana del mito se cumplían, aunque nadie les diese crédito. Las de Lilita pasan una tras otra al archivo de lo grotesco.

Esta nota del Dr. Ciapuscio resume un artículo publicado en The New York Review of Books por el teólogo suizo al que el Papa le prohíbe enseñar y ejercer el sacerdocio.
Küng culpa al celibato obligatorio impuesto a los sacerdotes católicos por la mayor parte de los escándalos sexuales que vienen acosando a la Iglesia.

Según Küng, no hay razones de ningún tipo para continuar con esta práctica abandonada por todas las otras denominaciones cristianas.
Históricamente, el celibato obligatorio fue introducido recién en el siglo XI por presión de los monjes (célibes voluntarios). Yo añadiría: y para evitar la división de los bienes feudales de los obispos entre la Iglesia y los hijos de aquellos.

Teológicamente, el Nuevo Testamento es claro:
Según 1 Timoteo 3:2: "pero es preciso que el obispo sea irreprensible, marido de una sola mujer, (no "de ninguna mujer").
Finalmente, Küng apela a los obispos para "juntar el coraje  para urgir al Papa Benedicto XVI" a hacer un "mea culpa" y a abrir una discusión sobre la regla del celibato, discusión que fue suprimida hacia el final del Concilio Vaticano II en los años sesenta.

A veces puede ser interesante escuchar voces disonantes en medio del coro entusiasta por la digitalización masiva. Aunque no siempre estemos seguros de que tenga alguna utilidad.
Este artículo se ocupa de las advertencias anti-tecnológicas de Jaron Lanier. Artista, músico y -paradójicamente- ingeniero informático que fuera pionero de la Realidad Virtual. 
Lanier es un políticamente incorrecto enemigo del software libre, de la Wikipedia y, en general, de la Web 2.0 y de todo aquello que huela a participación colectiva en la tecnología digital. En su opinión, estos fenómenos son indicativos de un peligroso "Maoísmo digital" colectivista, una mentalidad de colmena que atenta con matar al individuo. 
También la emprende contra el poder de los buscadores (Google) para determinar lo que será relevante para la mayoría y lo que quedará relegado. Para rematar la lista de males, la emprende contra el anonimato de los usuarios de Internet que promueve -según él- ataques insidiosos y "cazas de brujas". Contra todo ello proclama la necesidad de "un nuevo humanismo digital" que evite que las decisiones de los ingenieros informáticos determinen nuestro futuro como los ingenieros de los ferrocarriles lo hicieron en el s.XIX.

Pocos días después de publicada esta nota apareció en el mismo diario una respuesta bastante sensata de Tomás Buch, que relaciona estas supuestas amenazas con agorerías semejantes presentadas contra otras revoluciones tecnológicas en el pasado (la imprenta, el automóvil). Con buen criterio, Buch recuerda que la selección de las noticias ya ocurre en los titulares de los diarios y que el individualismo está bastante estimulado por la Escuela y el consumismo publicitario. En todo caso, dice, si algo caracteriza al mundo informático no es la colectivización sino la anarquía. Por último, si hablamos de Inquisición y caza de brujas, de torturas o de la ESMA, su existencia real -no virtual- no necesitó de la amenaza informática para desplegar su horror.
Cada dos años Mario Bunge desciende desde el Olimpo primermundista y pontifica sobre lo mal que se hacen las cosas aquí. En un gesto repetitivo, dice un par de barbaridades sobre cualquier tema (no sólo ciencia, puede ser música de rock o fútbol) y enseguida se forman dos bandos: los que lo veneran y los que no entendemos que le vieron.
En fin, como  mi jefe está entre los primeros, me toca ilustrar la consabida entrevista. Este año parece que el tema del día es el de la eterna lucha entre los "hijos de la luz" y los "hijos de las tinieblas". Él no lo dijo así, claro, en los términos apocalípticos de los Rollos del Mar Muerto. Pero su esquema de pensamiento me resulta igual de anacrónico.

Sigue atado a la formación positivista decimonónica de sus mayores, para la cual la realidad existe sólo como materia cuantificable empíricamente por una ciencia objetiva externa a ella. Esa misma concepción que hizo del Partido Socialista argentino el ala izquierda del liberalismo burgués agroexportador. No hay allí participación del observador en su objeto, involucramiento subjetivo ni condicionamiento social. Ni que hablar de contradicciones inconscientes: el Psicoanálisis es una seudociencia equiparable a la astrología, ya que no tiene un objeto de estudio cuantificable ni es pasible de experimentación en laboratorio. Sobre esto último (sobre todo por la influencia que tiene por el aura que le dan) recomiendo leer este post.

Pero este año también trajo una novedad inesperada para sus lectores de La Nación. Hay que reconocerle que a los 90 años debe tener un juvenil espíritu burlón para largarles a sus fieles adoradores que: "El que no entiende al peronismo no entiende a la Argentina". Ysigue: que si el gobierno es malo la oposición es peor; que él fue un gorila pero que ahora reconoce que el peronismo hizo cosas buenas; que Perón era inteligente y quiso modernizar al país; que los conservadores no querían modernizar nada.

En suma, el hecho mismo que este especialista en ofender a todo el mundo (a los científicos y filósofos argentinos en primer lugar) tenga predicamento todavía, es el mejor mentís a su prédica racionalista. Es propiamente un milagro.

Es curioso como me encargaron esta ilustración para una nota de agencia. El editor no recordaba el nombre, pero sí algunos hitos de su histora. Una rápida búsqueda me convenció de que no podía ser otro. Estudiante de medicina y músico, jefe Tupamaro (se le atribuye la ejecución de Dan Mitrione). Prisionero y rehén en aislamiento absoluto que rozó la locura mística. Refugiado y estudiante de nuevo en Suecia, sus avances en el diagnóstico del Alzheimer le valieron la candidatura al Nóbel. Protagonista de un libro y una película: El Círculo. Otra de esas rarezas que vienen exhibiendo los uruguayos.